miércoles, 1 de septiembre de 2010

Biografia Dr. Heriberto Domenech

Natural de Isabela, Heri, como carañosamente lo llamaban en su pueblo, nació el 27 de agosto de 1922 en el barrio Jobos en Isabela. Fue el undécimo hijo del matrimonio formado por don Luis Domenech y Carmen Muñoz.

 Buscando para los hijos las facilidades de estudio que en el campo no tenían, su familia se trasladó al pueblo teniendo Heri, apenas dos meses de nacido. Comenzó sus estudios de enseñanza primaria en la escuela Manuel Corchado y Juarbe en 1928, a la edad de seis años, graduándose de cuarto año en la Escuela Superior en Isabela en 1940.

Se impuso Heri en su vida una gran meta que era su gran ambición y también su ideal de servicio, como lo demostró durante toda su vida; llegar a ser médico. Obtuvo entonces una beca para continuar sus estudios en Saint Norbert College, Wisconsin, donde completó su Bachillerato en Ciencias. En 1942 estando alejado de su familia, murió su señor padre y en 1943 le fue otorgada la distinción de integrar el "Who's Who" como estudiante sobresaliente de la mencionada universidad.

En 1944 comenzó sus estudios de medicina en la universidad de Loyola en Chicago, Illinois, pero los limitados recursos de su madre desde la muerte de su padre lo obligaron a regresar a su hogar. Fue entonces cuando trabajó como profesor de la Escuela Superior de Arecibo y luego de Isabela. Nunca perdió las esperanzas de continuar sus estudios en medicina y por esto, luego de ayudar ecomómicamente por un tiempo a su mamá y a sus hermanos, fue a estudiar terapia física a la Universidad de Saint Louis en Missouri. Al obtener su diploma regresa a Puerto Rico y trabajó en el Fondo del Seguro del Estado en Mayagüez y luego en el  Hospital de distrito de Aguadilla desempeñándose como fisioterapista en ambas inistituciones.

 Pero, a pesar de haber obtenido este título, no estuvo contento consigo mismo sino hasta el 1960 cuando logró alcanzar su más añorada meta, se graduó de la Universidad Central de Madrid luego de haber comenzado sus estudios de medicina en Santo Domingo. El 4 de agosto de 1962 contrajo matimonio con doña Emma Flores García, natural de Coamo, y con cuya unión nacieron cuatro niñas y un varón; Carmen Gladys, Irma Teresa, Ana Virginia, Emma Ivette y Luis Heriberto.
 
 Su primer trabajo despues de haber obtenido su diploma de médico fue en la Unidad de Salud Pública de Aguadilla donde se desempeñó como director médico hasta 1963. En ese año comenzó a trabajar en el Centro de Salud de Isabela y en 1964 fue nombrado Director médico de dicha institución. Su vida siempre fue muy esforzada. Diariamente, después de haber cumplido su labor en el hospital, prestaba servicios en su consultorio médico privado.

 En 1968 paso a ser Director Médico del Hospital de Distrito de Arecibo, pero sin dejar de trabajar en su consultorio privado. El 1971 fue nombrado Director Médico del Hospital de Distrito de Aguadilla, puesto al que tuvo que renunciar en 1972 por motivos de salud. En adelante se dedicó a su práctica privada. Luego de una intervención quirúrgica y recuperar volvió a trabajar.  En el 1976 su salud se deterioró y murió un 13 de abril, a los 53 años de edad. Durante su entierro, la gente se lamentaba diciendo: "se nos ha muerto el médico de los pobres".

El Dr. Heriberto Domenech tenía un carácter jovial, amable  y cariñoso. Fue un gran cristiano. Era una persona sencilla y humilde, y no distinguía entre ricos y pobres. Como  hijo fue ejemplar con sus padres, fue esposo ejemplar y un padre que le sirve de ejemplo a los que todavía están educando a sus hijos. Le entusiasmaba el deporte de los gallos y el de baloncesto. Presidió por varios años el Club Gallístico de Isabela.

En el campo cívico y social se destacó como miembro del Club Rotario de Isabela, en donde se destacó extraordinariamente en toda obra rotariana que beneficiara a nuestra comunidad. Primero servía a su pueblo sin ningún tipo de distinción. Donde quiera que lo necesitaban y a la hora que fuera, ahí estaba él prestando el desinteresado servicio que siempre lo caracterizó. Su peregrinación por esta vida no fue en vano. Su esfuerzo, sacrificio y dedicación han perdurado en el recuerdo de familiares y amigos, sirviendo de ejemplo e inspiración para sus conciudadanos.

Escrito por:
Carmen Gladys Domenech
21 de enero de 1982

No hay comentarios:

Publicar un comentario